PRENSA 2000
UN
MARINERO IRLANDES SE AHOGA AL CAERSE DE UN BARCO EN SANTURTZI.
El
cadáver fue hallado después de 3 horas de rastreo.
Un joven irlandés de 23 años falleció en la madrugada de ayer en el puerto de Santurtzi al caerse al mar desde la escalera de acceso al barco en el que trabajaba. El cadáver fue localizado tres horas después de su desaparición por un miembro del equipo de rescate de la Policía Autónoma. En el momento del accidente, la víctima regresaba a la nave con un compañero tras disfrutar de unas horas libres.
El
fallecido, B.M.E, era el oficial de máquinas del Arklow Castle,
un mercante de bandera irlandesa que cubre regularmente la línea
entre la Islas Británicas y el puerto de Santurtzi.
Según
informaron fuentes policiales, a las dos y cuarto de la madrugada de ayer
se deslizó por la escalerilla de acceso al buque y desapareció
entre las aguas. Tres horas más tarde miembros del equipo de submarinistas
de la Ertzaintza recuperaban su cuerpo sin vida.
Horas de asueto
El suceso tuvo lugar en uno de los muelles de carga del embarcadero de Santurtzi. B.M.E., un irlandés de 23 años, se disponía a acceder al Arklow Castle en compañía de otro tripulante con el que, al parecer, había estado en tierra disfrutando de unas horas de asueto. En ese momento y por causas que aún no han podido ser determinadas, el marinero fallecido se deslizó entre las cuerdas de protección de la escalera y cayó al mar. De nada valieron los intentos de su compañero por rescatarle. Ni siquiera sirvió la rápida actuación del servicio de Salvamento Marítimo del puerto santurtziarra. B.M.E se ahogó junto al casco de su barco.
Primero se movilizó a dos embarcaciones de la Cruz Roja del Mar de la base de Arriluce, que peinaron la zona sin encontrar rastro alguno del marinero accidentado. Después, en vista de que el joven irlandés continuaba sin aparecer, se alertó a la Ertzaintza para que enviara cuanto antes a un equipo de buzos y una embarcación de rastreo.
A
la brigada de submarinistas de la Policía autónoma se unieron
una unidad de rescate de la Guardia Civil y todo el personal de la autoridad
portuaria disponible en esos momentos. Finalmente, a las 5.20 horas de
ayer fue localizado el cuerpo sin vida del tripulante del Arklow Castle
por un buzo de la Ertzaintza. El cadáver fue trasladado al Instituto
Anatómico Forense de Basurto, donde se le realizará la autopsia.
APARECEN
MUERTOS DOS DELFINES EN LA LINEA DE ATRAQUE DE PETRONOR, EN EL SUPERPUERTO.
Efectivos de Cruz Roja del Mar y la Ertzaintza rescataron ayer en aguas del Superpuerto los cuerpos de dos delfines con signos de llevar varios días a la deriva. Los ejemplares, que avistó por la mañana un trabajador, se encontraban en los muelles 1 y 2 de Petronor, en el espigón de Punta Lucero, junto a un barco allí anclado. La retirada de los animales se prolongó durante algo más de tres horas. Los cuerpos correspondían a dos machos, uno común de poco más de dos metros, y otro de la especie listado, este último en avanzado estado de descomposición y que había sido atacado por depredadores marinos.
Vientos del Norte
Especialistas desplazados a la zona descartaron que la muerte de los cetáceos respondiese a la contaminación de las aguas. Las mismas fuentes apuntaron como causa más probable que el viento Norte que ha soplado en los últimos días apartase a los delfines de una de las muchas manadas que atraviesan el Cántabrico. «Ocurre todos los inviernos. Los ejemplares tocados o enfermos van a la deriva, y acaban recalando aquí por efecto de los temporales», explicaron desde la asociación ecologista Ambar.
Los
equipos de rescate llegaron a la zona sobre las 11.30 horas, pero la falta
de una rampa que permitiese sacarlos del agua obligó a trasladar
los cadáveres hasta el vecino puerto de Zierbena, donde según
fuentes de la Ertzaintza debían recogerlos miembros del Departamento
de Biología de la UPV para practicarles una necropsia. El último
delfín muerto hallado en la zona se remonta al pasado abril, y se
da la circunstancia de que también apareció en la línea
de atraques de Petronor.
ROBAN
UN TURISMO EN SESTAO DE MADRUGADA Y LO ARROJAN A LA RÍA AL CABO
DE UNAS HORAS.
SOS
Deiak desplegó en la mañana de ayer un espectacular operativo
de rescate ante una emergencia que luego resultó una falsa alarma.
Los buzos de la Ertzaintza, de los Bomberos de Bilbao y de Cruz Roja del
Mar se sumergieron en aguas de la ría en Sestao. Un particular había
llamado al 112 minutos después de las siete de la mañana
para avisar de que había visto caer un coche al Nervión desde
el muelle de la Benedicta
«Creíamos
que podía tratarse de un accidente y que había alguien en
su interior», explicó un portavoz de la Ertzain tza. Los submarinistas
localizaron en el fondo un Ford Escort negro y comprobaron que, afortunadamente,
en el interior no había nadie.
Al
contrastar la matrícula, la Policía autónoma descubrió
que se trataba de un automóvil que había sido robado esa
misma noche -apenas unas horas antes-, en la calle Sotera de la Mier de
la misma localidad. Al parecer, los ladrones se deshicieron del vehículo
poco tiempo después de haberlo sustraído y lo arrojaron a
la ría.
INTENSA
BÚSQUEDA POR MAR Y AIRE.
El
operativo de búsqueda diseñado para localizar a Cesáreo
Fernández, el conductor de Bizkaibus desaparecido hace más
de una semana, se desarrolló ayer por tierra, mar y aire. Equipos
de rastreo, buzos y un helicóptero de la Ertzaintza batieron de
nuevo los acantilados de la playa de la Arena, en Muskiz, sin localizar
ni un sólo rastro del chófer. Cesáreo, de 58 años
y vecino de Sestao, padecía una depresión que le llevó
a pedir la baja.
HALLAN
EN EL MAR DE LA GALEA EL CADÁVER DEL CHÓFER DESAPARECIDO.
Un particular descubrió a media mañana de ayer el cuerpo sin vida de Cesáreo Fernández, el conductor de autobús desaparecido hace casi dos semanas, sobre las rocas del acantilado de La Galea, en Getxo. El fuerte oleaje que azotaba el litoral vizcaíno impidió a las lanchas de la Cruz Roja hacerse a la mar, por lo que el cuerpo tuvo que ser rescatado por un helicóptero de la Ertzaintza.
Un
equipo de rastreo batía estos días la playa de La Arena,
en Muskiz, situada justo enfrente, en busca del chófer sestaoarra
de 58 años. La autopsia, que se practicó en el Instituto
Anatómico Forense, determinó que se trataba de Cesáreo
Fernández.
20/2/2000 Gara.
RESCATAN
EL CADÁVER DE UN HOMBRE EN LA ZONA DE LA GALEA DE GETXO.
GETXO.
Un helicóptero de la Ertzaintza rescató ayer en la zona de
acantilados de La Galea, en Getxo, el cadáver de un hombre, que
fue identificado como C.F.L., de 58 años y vecino de Sestao, que
había desaparecido la semana pasada. El cadáver fue sacado
del mar y trasladado a un parking cercano para ser conducido posteriormente
al Instituto Anatómico Forense de Basurto, donde se le practicó
la autopsia para determinar las causas de la muerte.
«PARA
TRABAJAR BAJO EL AGUA HACE FALTA MUCHO ESTÓMAGO».
Sólo
el 5% de las personas que rescatan los buzos aparece con vida. «Un
pantano puede ser más peligroso que el mar Cantábrico».
Juan Luis Fernandez, jefe del grupo ''a'' de buceadores de la ertzaintza, instructor de buceo.
Juan
Luis Fernández está al frente de uno de los cuerpos de elite
de la Ertzaintza. Los buceadores de rescate realizaron ayer un simulacro
en Punta Lucero (Zierbena) para sacar al conductor de un coche que se había
precipitado al mar.
-¨Cuál
es la labor de su equipo?
-Ofrecemos
cobertura de seguridad las 24 horas del día a cualquier persona
que esté en el agua y no pueda salir. Actuamos con rapidez para
rescatarla sana y salva. Pero si está muerta, hay que recuperar
el cuerpo para sus familiares.
-¨A
qué situaciones se enfrentan?
-Las
más frecuentes son ahogados y accidentes de surfistas. Àltimamente,
también hemos atendido muchos suicidios. Llevamos una temporada
en la que se ha matado mucha gente tirándose al mar.
-Resulta
desmoralizador que el 95% de los rescatados sean cadáveres.
-Es
una carga para nosotros, cada vez más. Pero nuestro cometido es
ése y debemos salir en busca del desaparecido.
-Su
labor parece de película. ¨Peligran sus vidas?
-De
película, nada. Nos jugamos el pellejo cada vez que entramos al
agua. Se arriesga el 100%, sobre todo cuando creemos que la persona puede
estar viva.
-¨Ha
perdido a algún compañero?
-No,
pero hemos estado a punto muchas veces. Nos cuidamos de trabajar con la
máxima seguridad, pero en ocasiones vamos de masiado lejos.
Fortaleza mental
-Cualquiera
diría que están hechos de una pasta especial.
-Sangramos
como todos, pero estamos hechos a esta vida espartana. Para permanecer
en este grupo tienes que tener mucho estómago y hacerte psicológicamente
fuerte. Si no, es imposible.
-¨Cuál
es la imagen más horrible que recuerda?
-Un
hombre partido por la mitad. Estaba putrefacto y al sacarlo de entre las
rocas se partió. El olor de los cadáveres putrefactos es
tremendo, dan ganas de vomitar.
-¨Les
preparan para eso?
-
No. Somos profesionales, pero cuando salimos de la escuela no estamos acostumbrados
a la muerte. El primer cadáver es nuestro bautismo de fuego. Después
te acostumbras a verlos, tocarlos y sentir que han dejado de vivir.
-¨Es
temible el Cantábrico?
-Qué
va! Lo peor son los pantanos. Una trampa. Hay vegetación sumergida,
hierros, bloquesÉ y no se ve nada. El fondo es fangoso y podemos
quedar atrapados.
-¨Alguna
anécdota graciosa?
-Lo
siento, pero no hay.
-¨Perciben
los esfuerzos por regenerar mares y ríos?
-Nada.
Allí abajo hay mucha porquería; y cada año que pasa,
más.
25/3/2000 El Correo.
CADÁVERES,
ARMAS O LA CABEZA DE UNAMUNO.
La
sección de buceo de la Ertzaintza, un grupo formado por 32 agentes
especializados en realizar búsquedas y rescates tanto
en
aguas interiores como en mar abierto, realizó el pasado año
un total de 107 intervenciones en el conjunto de la comunidad autónoma.
La misión de esta unidad consiste en localizar y rescatar a personas desaparecidas en todo tipo de aguas y recuperar armas u otros ob jetos relacionados con he chos delictivos. Ellos fueron, por ejemplo, quienes rastrearon la ría en busca del busto de Unamuno robado.
A lo largo de 1999, el equipo consiguió recuperar diez cadáveres. El suceso más grave se registró en enero en el paseo de La Canilla de Portugalete, donde tres jóvenes perdieron la vida al precipitarse su vehículo a la ría.
El rompeolas de Zurriola, en San Sebastián, o la playa de La Arena, de Zierbena, son lugares muy frecuentados por la unidad de buceadores, que a menudo se ven obligados a afrontar la dificultad añadida de rastrear a los desaparecidos en aguas turbias.